
Enrique Rovira-Beleta Cuyás, nacido el 11 de septiembre de 1958, es un arquitecto destacado en el ámbito de la accesibilidad. Se licenció en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona en 1993, especializándose en Edificación y Accesibilidad. Su vida dio un giro significativo en 1982, cuando un virus afectó su médula espinal durante su servicio militar, dejándolo como usuario de una silla de ruedas. Este acontecimiento lo llevó a dedicar su carrera a la creación de entornos accesibles para todos, especialmente para quienes enfrentan graves discapacidades en su movilidad y comunicación. Hoy en día, es reconocido tanto a nivel nacional como internacional, llevando a cabo proyectos, planes de accesibilidad, auditorías, cursos de formación y conferencias, y publicando numerosos artículos sobre su especialidad.
Rovira-Beleta sostiene que la accesibilidad en el turismo es clave para ofrecer una experiencia inclusiva a todos los visitantes. Con el envejecimiento de la población, el «turismo senior» exige destinos seguros y cómodos. Aunque España cuenta con normativas avanzadas, la falta de formación y control de calidad dificulta su implementación.
«Una adecuada accesibilidad enriquece la experiencia de todos los visitantes», afirma. Con el creciente número de personas mayores de 65 años deseando viajar, este segmento de la población busca destinos adaptados a sus necesidades, lo que garantiza visitas durante todo el año. «El turismo senior es una realidad creciente», comenta.
Rovira-Beleta enfatiza que la accesibilidad va más allá de cumplir con normativas y medidas técnicas, abarcando «los diferentes sentidos del ser humano: vista, tacto, oído, olfato». Subraya que los parámetros de accesibilidad no deben centrarse únicamente en las dimensiones de una silla de ruedas, sino adoptar una visión más inclusiva. «La medida de 1,20m x 0,70m, no es sólo para la silla de ruedas, sino para garantizar la movilidad de todos, pues por donde pasa una silla de ruedas pasamos todos con comodidad y seguridad», recalca.
Uno de los aspectos más destacados en su discurso es la importancia de que la accesibilidad se aplique de manera integrada y discreta en el diseño original. «La accesibilidad aplicada de manera desapercibida e integrada nos representa en el propio diseño, de manera normalizada y con un coste económico bajo», explica. Este enfoque implica un diseño accesible que no llame la atención, pero que facilite la movilidad mediante el uso de colores, texturas y olores que orienten a los usuarios.
Los beneficios de crear destinos accesibles son evidentes. «Los destinos turísticos accesibles tienen asegurado público durante todas las estaciones del año», afirma, haciendo hincapié en la fidelidad de los visitantes que se sienten cómodos en estos espacios. Estos visitantes, además, suelen compartir sus experiencias con familiares y amigos, promoviendo el destino de manera orgánica.
A pesar de las normativas existentes en España, Rovira-Beleta advierte que aún queda mucho por hacer para garantizar una accesibilidad real. «Existen normativas de obligado cumplimiento en las 17 Comunidades Autónomas, pero su aplicación efectiva es desigual», comenta. La falta de formación de muchos profesionales y la ausencia de control de calidad son dos de los principales problemas que obstaculizan la correcta implementación de estas medidas. «Cumplen relativamente, pero falta un ‘control de calidad'», puntualiza.
El arquitecto también resalta la necesidad de un «Sello de Calidad de la Accesibilidad» que certifique los destinos, edificios y servicios que cumplan con las normativas de forma óptima. Esto no solo garantizaría la accesibilidad, sino que también posicionaría a estos lugares como referentes de calidad inclusiva.
Finalmente, Rovira-Beleta destaca el papel fundamental que juegan los profesionales del sector turístico y los arquitectos en este proceso. «Es crucial que los equipos de arquitectura incluyan a especialistas en accesibilidad o contraten servicios externos para asegurar que los proyectos sean realmente accesibles», concluye, subrayando que la accesibilidad es un valor esencial que debe estar presente en la formación de las nuevas generaciones de profesionales.
Esta entrevista nos deja claro que, si bien se han logrado avances en accesibilidad, aún queda un largo camino por recorrer para garantizar que los destinos turísticos sean verdaderamente inclusivos para todos.
Av.Diagonal 601,8 planta,despacho 22
08028-Barcelona
enrique@rovira-beleta.com

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